Introducción El hecho de que la dieta y los factores relacionados con la misma pudieran estar implicados en la etiología y prevención de algunos cánceres ha sido y sigue siendo un tema de actualidad. La evidencia científica en nuestros días estima que entre un 30% y un 40% de la incidencia de cáncer podría ser prevenible con medidas relacionadas con la dieta, el control del peso y la actividad física.
Es necesario mencionar la limitación y complejidad que supone el estudio de la dieta, tanto por la dificultad en la medición de la misma, como por el conocimiento limitado que se tiene en todo lo referente a o desconocimiento de la composición de los alimentos, así como y las posibles interacciones de sus componentes entre sí y con otros factores genéticos o ambientales. La gran mayoría de los grandes estudios de cohorte realizados en los últimos 20 años se han visto limitados por la inclusión de poblaciones homogéneas, con pocas diferencias en su patrón nutricional, predominantemente solo con información de dieta.
El estudio EPIC se diseñó como un estudio de cohorte prospectivo con una serie de caracteristicas ventajosas: la inclusión de poblaciones con una importante variabilidad en su ingesta alimentaria; con muestras de sangre que posibilitarán biomarcadores; y la inclusión de personas sanas.
El estudio EPIC nació con el objetivo de integrar la epidemiología con las investigaciones de laboratorio, con factores genéticos y metabólicos ,y profundizar en el conocimiento científico de la nutrición y el cáncer.